En los medios...

Gritando a pleno pulmón el AMOR del CORAZON de JESUS

 Nuestra presencia en los medios de comunicación y en las redes sociales nada tiene que ver con deseos de protagonismo o notoriedad. Siempre pretende ser una acción de gracias por el amor de predilección con que nos ha señalado Dios, por la ternura inmensa que derrama en cada una de nosotras y por habernos llamado a ser suyas.

Es fruto de nuestra vivencia sencilla y cotidiana, de lo que Jesús nos va susurrando al corazón en esos momentos preciosos y únicos de intimidad con Él.

Nos sentimos llamadas a anunciar el gozo inmenso de que somos amados por un Dios que tiene Corazón, Corazón de hombre, que está vivo, que está resucitado y que nos está esperando. Nos está esperando para dar: no para satisfacerse a Sí mismo, no está esperando por egoísmo, no está esperando porque quiere algo a cambio… ¡¡No!! ¡quiere darse, derramarse, querernos, hacernos felices… ¡gratuitamente! Y esta Buena Noticia… ¿nos la vamos a callar?

Tenemos que ser la voz que anuncia esta noticia, Él solamente habla bajito al corazón del hombre, susurrando suavemente. Y nuestra labor, a la que se nos envía como testigos y como apóstoles, es a proclamar que Él está ahí: testificar que Él está ahí esperándonos y… ¡No podemos dejarle solo! ¡No podemos dejar el Corazón de Jesús solo y dolorido y reprimido porque nadie se acerca a Él! ¡Él cuenta con nosotras para esta tarea! Él quiere que nosotros seamos su Voz. Toda nuestra vida tiene que ser un clamor.

Por eso deseamos poner nuestra vida, también a través de los medios y las nuevas tecnologías, al servicio de la Iglesia y de todos nuestros hermanos los hombres. Se trata de un grito evangelizador, una ayuda para la oración y un instrumento para el encuentro personal con Jesucristo.

Nos sentimos como el altavoz pobre y humilde que Dios ha tomado en sus Manos para gritar al mundo su Amor. Por haber sido tomadas para este humilde servicio, damos gracias.